lunes, 21 de mayo de 2012

TEATRO - ESPACIO DE ACCIÓN


Úcar, X. (Coord.) (2009) Enfoques y experiencias internacionales de acción comunitaria. Barcelona: Graó.
Arte en la calle

El Teatro del Oprimido nace con el propósito de aunar en una misma práctica el mundo del teatro y el de la intervención socio-educativa creando una línea de trabajo en la que el arte pasa de ser un vehículo para la reflexión, a convertirse en un motor del cambio y la mejora de la vida.

Marias do Brasil, es un grupo comunitario que está constituido por mujeres trabajadoras domésticas, pone en práctica diferentes técnicas de teatro social con el objetivo de abordar los conflictos e historias de vida que ellas mismas sufren, como la pérdida precoz de la convivencia familiar, la explotación y violación en sus trabajos.

A través del teatro las participantes sienten haber sufrido cambios significativos, expresados por medio de comportamientos sociales como la autoconfianza, la visión crítica del mundo, ejercicio de ciudadanía, expresión de los sentimientos…
Las representaciones no siempre tienen lugar en lugares adaptados para ello, sino que el lugar de representación habitual es la calle y las asociaciones de vecinos.

El Teatro Forum es una herramienta de intervención artística y social, en la que a través de una obra de teatro se consigue que el público se convierta en el verdadero protagonista. Este deberá introducirse físicamente en la obra para tratar de cambiar el final de la misma. De esta manera no solo se compromete con los conflictos de los personajes, también lo hará con la problemática social que se representa.

El Teatro Forum, planteado desde la perspectiva de la intervención socio-educativa, supone un método de participación ciudadana tan lúdico como efectivo, y  da la oportunidad de utilizar el escenario, unas veces situado en salas teatrales, otras veces en la misma calle, como ensayo de la vida real, dando la posibilidad de encontrar propuestas que den salida a los conflictos que están en la calle y que padecemos todos y cada uno de nosotros en mayor o menor medida. Y es así como la acción teatral nos lleva a la reflexión, y esta, de nuevo, a la acción. Si es cierta la expresión de la vida es puro teatro, el teatro ha de ser necesariamente el mejor lugar para diseñar la vida que queremos.

“El Teatro del oprimido empieza cuando acaba. Cuando acaba, nos tenemos que ir a la calle. Tenemos que volver a nuestras vidas, volver a transformarlas (…)”  (Boal, 2000)


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