sábado, 19 de mayo de 2012

Arte y educación


¿QUÉ ES EL ARTE?          ARTE Y EDUCACIÓN                 ¿QUÉ SE APRENDE APRENDIENDO ARTE?

En los años 50, el arte era considerado como un legado cultural, científico.... , patrimonio de las clases altas y aunque algunas personas fuera de esa esfera eran capaces de dar el salto, no era lo más habitual. El resto, los otros quedaban ligados a la cotidianeidad  y necesidades propias de la vida diaria, quedando totalmente fuera.
En los años 80, la cultura y el arte, entendidos como bien común, intentan democratizarse con el propósito de llegar a todos los individuos. La universidad se masifica y la animación socio-cultural se convierte en una lucha por hacer llegar la cultura a toda la sociedad. Sin embargo, ese movimiento se encuentra con que ese legado recibido no cuenta con una continuidad al no tener precedentes. Esto provoca una ruptura que no se produce en las clases altas al contar con un legado heredado que contaba con una continuidad en el tiempo. Desde ese punto de vista, hay que tener en cuenta que transmitir algo con lo que no se mantiene un vínculo es harto complicado; más aún, cuando desde el discurso entorno a la cultura elitista, se desactiva al otro al tratarle de tonto e inculto. De este modo, ciertas clases sociales han interiorizado la idea de que la cultura y el arte no son para ellas, sino para las clases altas.
Por otro lado, el discurso neoliberal pretende orientar el arte dentro de la necesidad utilitaria no como creación por el goce individual. Igualmente, el ocio se ha convertido en una necesidad u obligación. Los espacios de la vida social que nos restan para hacer actividades por el placer de hacerlas, dándonos tiempo para ellas, son mínimos por no decir que nulos.
El arte tendría más que ver con la experiencia de condensación del mundo, es decir, salirse de uno mismo para ver el mundo. El arte nos permite ir despacio, obteniendo resultados a largo plazo. Explorar lo común es conectar con ese legado cultural, es salirse de lo inmediato para crear un tiempo y un espacio para crear un vínculo. El educador social, por lo tanto, necesita crear ese vínculo para poder transmitir ese legado cultural.
El arte enseña a explorar, a ver las distintas realidades, a saber que el resultado nunca está fijado de antemano.
La educación ayuda al individuo a salir de su interior, (con la pintura, la lectura, el cine…..) a imaginarse de otra manera. Hace posible conectar la experiencia propia con el exterior, esa conexión es realizada a través del arte y el individuo deja de mirarse así mismo. La educación puede ayudar a apropiarnos de nuestro propio tiempo, realizando nuestra propia actividad artística de forma pausada, centrándonos en ella. Esto ayuda a soportar la tensión y nos otorga la capacidad de espera puesto que el arte precisa de tiempo pausado y tiempo de espera.
Par alcanzar el arte es preciso pasar por la norma que lo rige, su lenguaje y procedimientos de forma que a partir de ahí seamos capaces de realizar nuestra propia creación. Así mismo, el arte nos ayuda a afrontar la mirada del otro, sus críticas nos pueden producir temor pero pasar por esa experiencia hace que crezcamos. Ese afrontamiento de la mirada del otro que se ha perdido en la educación es necesario que se vuelva a recuperar.
Finalmente no se trata de obtener un producto, al contrario, lo que se pretende es crecer de forma positiva tanto individual como socialmente, en el proceso requerido por el arte.



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