viernes, 25 de mayo de 2012

LOS VALORES


¿Estamos perdiendo los valores?

Jóvenes sin educación, dejadez política, egoísmo…Visto así es para sentir vergüenza de nuestra sociedad. Sin embargo, ¿es real esa imagen?
 

La ley dice que no te saltes un semáforo en rojo, pero nada de ser amable y ceder el paso en un atasco. Sin embargo, un gesto así puede hacer más fluido el tráfico o evitar un choque. Así que no basta con que enseñemos a cumplir la ley. Para tener una sociedad “sana”, la educación en valores es fundamental y es ahí donde tenemos un arduo trabajo los educadores sociales.
Dé dónde vienen
Siempre hemos considerado algunas cosas valiosas: libertad, riqueza, honestidad, igualdad, belleza, etc. Sobre esos valores se organizan los individuos de una comunidad. Sin embargo, el orden de importancia ha variado a lo largo de los siglos.
Cuántas veces no habremos oído aquello de “en mis tiempos…” con un comentario negativo a cómo va ahora el país. Rara vez miramos con objetividad el pasado, puesto que la añoranza borra los peores momentos y nos deja un recuerdo suavizado. ¿Será por eso que a algunos les parece que hoy se han perdido los valores?
Lo que ha cambiado
Para Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, la respuesta es así: “Los valores no se pierden, sino que cambian y quien dice que se pierden es simplemente porque cree que ese cambio de valores es a peor”. Pero, ¿cuáles han cambiado? Elzo enumera algunas líneas genéricas:
  • El culto: Hemos pasado de una sociedad de culto al espíritu (que tanto podía ser el religioso o el patriótico) a una de culto al cuerpo. Hay menos asistencia a las iglesias y ha proliferado otro tipo de negocios, como los gimnasios…
  • La autoridad: la actual forma de educar es más laxa. Se ha pasado de una sociedad que venía del autoritarismo a otra en la que con frecuencia se ve el “dejar hacer”. Algunos padres, como reacción a haber sufrido exceso de rigidez, han intentado evitar al máximo que se les acuse de padres dictatoriales. Según Elzo ahí nos hemos equivocado, tanto la familia, como el sistema educativo.
  • La familia: Ha habido una transformación brutal del modelo dominante de familia española. La patriarcal se ha transformado con una incorporación de la mujer al mundo laboral. Hemos pasado de que la mujer sea el ama de casa, a una situación más igualitaria de la mujer con respecto al hombre. Aunque, bien es cierto que aún nos queda mucho trabajo por delante para eliminar los brotes de violencia machista que impregnan nuestra sociedad. Además, con la desaparición del antiguo modelo familiar también lo ha hecho la relación de vecindad. Nos hemos aislado y hemos creado una sociedad de inseguridad. Ya no te fías y los padres inculcan a sus hijos el ser temerosos y apocados. Quieres que te protejan, y así casi el 36% de la población justificaría la pena de muerte, según el estudio “Valores sociales y drogas 2010”.
Aprender a enseñar
La familia ha dejado de ser la principal transmisora de valores y en su lugar, se ha dejado la tarea en manos de la escuela.
Hemos creado una sociedad de leyes, imponiendo normas por todo y así no se educa. Como educadores sociales debemos trabajar y fomentar la educación desde la libertad: Hace falta poner límites pero para marcar el camino, no con cubículos aislados y estancos. No se educa diciendo “esto no, aún eres pequeño, ya lo harás de mayor”, porque entonces el niño piensa que si lo hace y no le pillan es que ya se ha hecho mayor. Y así, por ejemplo, ves como los jóvenes empiezan a beber antes de los dieciocho años.
Las nuevas vías
Los valores te los enseñan, pero también los aprendes con la vida. Tú eres el que debes decidir cuáles son importantes para lograr una convivencia más justa y equitativa.
Vivir con valores no es difícil, aunque requiere cierto esfuerzo y perseverancia. Basta que antes de cada acción pensemos en el impacto que tendrá y lo evitemos si creemos que resulta negativa para la convivencia. El problema es,  que es más fácil decir que hacer, “es necesario volver a una educación en el respeto, en el esfuerzo, en empatizar, ponerse en le lugar del otro y en ayudar a quien los necesita, cosas que parecen no estar de moda”, recomienda Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
La ayuda de la crisis
En este sentido, la crisis puede haber supuesto una importante lección. Los jóvenes hemos vivido una etapa de bonanza en la que no nos privábamos de un capricho, los problemas de empleo pueden ayudar a generar una nueva conciencia y un mayor compromiso por nuestra parte.
Puede que esto sea una vía abierta hacia una educación del gasto más racional y el cultivo del esfuerzo para conseguir metas.
Cosas que no cambian
Curiosamente, en medio de estos cambios de orientación social hay otros valores por los que no pasan ni los años ni la crisis, y que siguen siendo tan importantes ahora como hace medio siglo.
·        El nexo familiar: según una encuesta del 2011 realizada por el INE, los valores familiares están a la cabeza de lo importante para los españoles, con una puntuación de 9.4 sobre 10.
·        La pasión por el fútbol: los periódicos deportivos siguen siendo los más vendidos y este deporte es el que más pasiones levanta. Pero curioso dato, su visión no se pone en práctica, los jóvenes colocan el hacer deporte en le décimo puesto de las actividades que dicen realizar.
·        El interés político: la sociedad no está más despolitizada, una prueba clara  de esto es el 15-M, ya que en la sociedad española no se veía una efervescencia  social de tal magnitud desde la Transición
·        El Estado del Bienestar: según un estudio sociológico de la universidad de Deusto, el español busca “un individualismo placentero y protegido”. Luchará por su libertad individual, pero quiere cerca a la Seguridad Social y a la policía ante cualquier problema de salud o seguridad
No hay sistema perfecto
Una sociedad se compone de muchos elementos e intervienen muchos factores. No podemos juzgar a todos por un solo rasgo. Por ejemplo Finlandia tiene muchísimo mejor nivel educativo y una encomiable disciplina. Pero la tasa de suicidios entre escolares es también muy superior a la española. Entonces, ¿Dónde nos gustaría que viviesen nuestros hijos?
El problema es que se habla mucho de derechos y poco de responsabilidades. Además, se ha producido en la sociedad una “normalización” de la violencia. No sólo contra las mujeres, también a los educadores, profesorado, personal sanitario, personas mayores… Como dice la famosa frase “EL TRANSIGIR DEMASIADO ES EL PRINCIPIO DE LA TIRANÍA Y EL FIN DE LA PEDAGOGÍA”
¡ FUTUR@S EDUCADOR@S SOCIALES UN DURO TRABAJO NOS ESPERA POR DELANTE…, COMENZEMOS A CIMENTARLO… !

No hay comentarios:

Publicar un comentario